Sol

Esto pasó para todo el Planeta. Para todo el Sistema Planetario si se quiere. Pasó para los pajaritos y para las lombrices, para las plantas, hongos y algas. Esto pasó para los animales y las bacterias. Para los átomos y moléculas.
Pero no fue manifiesto para que ellos lo vieran. Fue manifiesto para que nosotros lo viéramos.
¿Qué otra especie podría interpretarlo? ¿qué otra especie tiene dudas e interrogantes?
Vemos que nuestra existencia depende del día y de la noche, o más bien, es signada por éstos.
Todos dependemos de nuestra actividad diaria, todos buscamos el descanso de la noche, aunque, no todos puedan realizarlo.

Finalmente, día y noche en constante ondular son producidos por el Padre de Todo lo que nos rodea.
La complejidad de fuerzas y equilibrios que determinan nuestra existencia sobre este bendito planeta Tierra, desde lo que nos sacia y nutre, hasta la luna que fortalece el equilibrio, están creados, nutridos, sostenidos, alentados e impulsados por nuestro Sol. ¿alguna duda?
Que lo hayamos reducido en nuestra especulación materiocientificista a un ser inerte que produce fisiones y fusiones nucleares no es su asunto.
Es hora de que comencemos a entender de quién se trata.
Padre Celestial.
Que seguramente haya otros más allá. Es obvio. Y tal vez, ¿quién sabe? alguna estrella mayor sea Padre de nuestro Sol. Pero a nuestra pequeña escala, a nuestra perspectiva, quién nos dispensa la Vida, acá, cerquita, es el Sol.

¡Impere la Alegría!