Si, suena dentro nuestro en una vibración muy alta. Es el Forte y el dolcísimo, el adagio, el andante y el presto al mismo tiempo. Es el tutti de la orquesta y el delicioso ondular del solista, Sinfonía y dueto que mengua cuando salimos, a escuchar afuera.
Para mi, en un acorde cristalino y curioso, arriba, muy arriba una segunda menor, SiB a la cabeza, La siguiente, y descendiendo el Mi. A una altura de décima octava, o superior.
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